LA SANGRE NO SE PUEDE FABRICAR. La única solución es que una persona quiera ceder una pequeña cantidad de su sangre, de manera voluntaria y altruista. El hecho de donar sangre comporta una actitud responsable y solidaria que hay que imitar.
Hoy en día, la donación de sangre ya no es aquel gesto espectacular de los pioneros de la donación, aunque no es todavía el acto frecuente que debería ser.
Es importantísimo dar a conocer a la población este gran recurso terapéutico que poseemos en nosotros mismos y que cada uno puede ofrecer de manera muy sencilla.
No sólo es necesario dar sangre hoy, sino que es absolutamente imprescindible donar periódicamente. Se trata de convertir la donación en un hecho habitual en la vida de los ciudadanos. Acudir cada 4 o 6 meses al banco de sangre tiene que llegar a ser una cosa familiar para todos, haciendo entonces posible que las necesidades de sangre y derivados sean cubiertas totalmente.
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